miércoles, 22 de junio de 2016

Byrgius A, cráter con rayos brillantes.

Un lugar común de la astronomía desalienta la observación lunar de la Luna llena. El que sigue ese lugar común se priva de una de las grandes maravillas selenitas: los cráteres con rayos brillantes. Estos rayos consisten en material eyectado por el impacto que creó el cráter. Algunos rayos son simplemente material de las tierras altas (más claro y compuesto por un tipo de roca llamado anortosita) removido y eyectado por el impacto. Su luminosidad se debe al mero contraste de  la anortosita con el basalto oscuro de las zonas llanas conocidas como mares.  Otros rayos son polvo fino proveniente de rocas destruidas por el impacto que refleja más efectivamente la luz solar. Todos se observan con más nitidez cuando la luz solar incide directamente sobre ellos.
Como los rayos lunares se van borrando con el tiempo por la acción del llamado “clima espacial”, la presencia de rayos implica que el cráter es joven.
El lector seguramente conocerá los cráteres con rayos brillantes más espectaculares, por su “juventud” en términos geológicos: Copernicus, Tycho, Kepler, Aristarchus.
Le presentamos a uno de los cráteres más brillantes y desconocidos: Byrgius A. Tiene un diámetro de 17 kms, pero sus rayos alcanzan distancias de hasta 300 kilómetros, aunque son cortos para la media de los rayos lunares. Lo que lo caracteriza es su perfecta simetría “de material salpicado” alrededor del cráter.

Esta fotografía, reportada a ALPO, fue obtenida por los Observadores Lunares de la Asociación Entrerriana de Astronomía desde su observatorio de Oro Verde el 30 de abril de 2016 a las 09.02 UT con un telescopio de 250 mm. Schmidt-Cassegrain (Meade LX 200) y una cámara QHY5-II.

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